

Tauro, el Toro. En latín Taurus. Destaca en el cielo de invierno entre Orión y Perseo. Aldebarán, es su estrella principal, brillando de color naranja. El ojo de Tauro. Elnath es la segunda estrella más brillante, una gigante blanca azulada, que junto a Tianguan forman los cuernos del Toro. La constelación de Tauro cuenta con dos de los cúmulos abiertos más conocidas del cielo de invierno, las Pléyades M45 y la Hiades, cúmulos cercanos al Sistema Solar, 444 años luz las Pléyades y a 153 años luz las Hiades. Podemos encontrar en Tauro la Nebulosa del Cangrejo M1, resto de supernova, a una distancia de 6500 años luz de la Tierra, en su centro está el Púlsar del Cangrejo cuyo penado de rotación es de 33 milisegundos.
Es la estrella más brillante de la constelación de Tauro. Una gigante naranja situada a 65 años luz, su radio es 44 veces el radio del Sol y es 425 veces más luminosa que este. Al estar cerca de la eclíptica es ocultado por la Luna periódicamente. Aldebarán pertenece al cúmulo abiertos de las Hiades. Su nombre proviene del árabe "al-dabaran" y significa "la que sigue" ya que esta estrella persigue al cúmulo de las Pléyades. Del griego recibió el nombre de "Omno Boos" y fue traducido al latín como "Oculus Tauri", el ojo de Toro. La sonda Pionner 10 lanzada el 2 de marzo de 1972 y si nada se lo impide, llegará a Aldebarán dentro de 169 millones de años.
Cuando los dinosaurios "pastaban" por estas tierras, los Pléyades, ese grupo de jóvenes estrellas azuladas, denominadas "las siete hermanas" o "las siete cabrillas", todavía no se habían formado. De hecho estas estrellas tienen apenas 100 millones de años. Cosmológicamente se puede decir que son unas recién nacidas.
Según la mitología griega, Zeus adoptó la forma de Toro para seducir a Europa, la princesa fenicia. Tuvieron 3 hijos, Minos, el legendario rey de Cetras, Sárpedon y Radamantis. Otra leyenda nos cuenta que Tauro fue enviado por la diosa Hera para proteger a las siete hermas (las Pléyades) de Orión.
El más destacado es el cúmulo abierto M45, las Pléyades. Visibles a simple vista, se pueden resolver sus siete estrellas más luminosas. También podemos encontrar dos restos de supernovas, M1 Nebulosa del Cangrejo y Simeis 147